martes, 13 de agosto de 2013

El Señor Pork

El Señor Pork caminaba bajo los últimos rayos del sol insultando a los demás peatones ¡vos dejá de tirar esa basura en la calle! ¡Y vos también! La gente se reía de él a sus espaldas pero no se atrevían a enfrentarlo. Son una bola de atrasados, ignorantes y cochinos decía gruñendo e increpando a la gente que se hacía a un lado para que él pasara. Algunos niños hacían el amague de tirarle una patada, y se reían escandalosamente mientras imitaban su andar. Por fin el Señor Pork llegó a su casa, abrió la puerta de la entrada con la cabeza y se metió a su chiquero, se recostó plácidamente en el lodo, feliz ya de no tener que soportar a los humanos.

4 comentarios:

  1. me hubiese gustado un final algo asi como...y al llegar su esposa lo esperaba con ropa intima de encaje, solo que le falto pintarse las pesuñas y su pequeña cola enroscada delataba quien era

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  2. Gracias por tu comentario Alejandrina, tomare en cuenta su observación.

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  3. Merecido descanso y final feliz que me deja una interesante reflexión.
    Un abrazo Fernando.
    Alfredo Rafael Cruz S.

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  4. Muchas gracias Alfredo, le agradezco que siempre esta pendiente de mis relatos, le deseo éxitos en su vida.

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