lunes, 18 de mayo de 2015

Gente de piedra



Vivo en un país de gente de piedra
sus castillos fortificados están manchados de sangre,
son reinos sin reyes.

Los demonios gobiernan, ríen, abrazan,
el aroma de sus sonrisas hipnotiza al pueblo
y los hace rasgarse la piel.

De paso, eligen el color de su pelo, el color de su ropa.

La gente los adora, a pesar de que se llevan a sus hijos y sus hijas
para disfrutarlos en la cena.

Una vez intente hacerles ver la verdad,
me expulsaron de sus casas a golpes

El dolor fue tan intenso que ya no lo siento
también estoy dormido.

Fernando Betanco

Cae la lluvia sobre la ciudad



Cae la lluvia sobre la ciudad
pero la sangre permanece en las calles,

El silencio de la noche
es roto por el sonido de las balas,

Los gritos de los inocentes
aúllan en medio de la oscuridad,

Todos los niños van al cielo
pero ¿cuántos recordaran la forma en que murieron?
¿Tiene sentido visitar la tierra tan poco tiempo?
¿Tiene sentido desgarrar el alma de los padres?

Pero la verdad es que todos gritamos
pero nos quedamos contentos
encerrados en nuestras celdas, con nuestros grilletes hiriéndonos la piel
mientras gritamos que todo va mal, que todo va mal…


Fernando Betanco