martes, 13 de agosto de 2013

El Señor Pork

El Señor Pork caminaba bajo los últimos rayos del sol insultando a los demás peatones ¡vos dejá de tirar esa basura en la calle! ¡Y vos también! La gente se reía de él a sus espaldas pero no se atrevían a enfrentarlo. Son una bola de atrasados, ignorantes y cochinos decía gruñendo e increpando a la gente que se hacía a un lado para que él pasara. Algunos niños hacían el amague de tirarle una patada, y se reían escandalosamente mientras imitaban su andar. Por fin el Señor Pork llegó a su casa, abrió la puerta de la entrada con la cabeza y se metió a su chiquero, se recostó plácidamente en el lodo, feliz ya de no tener que soportar a los humanos.