Aquel
maestro tenía fama de extorsionar a sus alumnas, se comentaban muchos casos de
los abusos que cometía sin que nadie pudiera probarlo o simplemente a
nadie de las autoridades le interesaba.
Así
que cuando amenazo a la humilde Juana, con reprobarla si no se acostaba con él,
y ella acepto casi de inmediato él se dijo: “Soy un dios”.
En
el hotel hizo que ella se desnudara primero y que le bailara, pero en uno de
aquellos movimientos ella tomo una lámpara de noche y se la estrello en la
cabeza. Cuando despertó estaba desnudo, la boca amordazada y atado de pies y
manos, mientras una Juana ya vestida y con una tijera enorme, lo miraba con una
sonrisa de oreja a oreja y le decía en voz baja: “Ahora ¿qué se siente?”, y
acto seguido hundió la rutilante herramienta en el tentáculo flácido.
una vez supe dde un caso asi...pero la chica lo denuncio al "consejo de escuela e la universidad". la llamaron a testificar. el lo nego todo. entonces ella de impotencia se desnudo. en frente del jurado. que te parece esa forma de protesta?
ResponderEliminarMmmm...jajaja me parece mejor la del microrelato, para no darle el gusto al extorsionador...
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